jueves, 19 de abril de 2012

Comunicaciones

EL ORIGEN DE LA COMUNICACIÓN

 

Aun cuando la Teoría del Big - Bang ubica el origen del planeta hace unos 4 mil 500 millones de años, no tenemos evidencia científica de la presencia del homo - sapiens en la tierra más allá del año 40 mil a.C. Sin embargo, el creativo Neanderthal (2000.00 a.C.) pudo haber sido nuestro ancestro, ya que a pesar de su apariencia más simia que la humana, legó a la humanidad el uso del fuego, un concepto rudimentario de familia, de sedentarismo y de vivienda, así como el desarrollo de instrumentos para la defensa.

No obstante, las investigaciones efectuadas en torno a los lenguajes que usaba el hombre pre - histórico no han podido aportar más que algunas hipótesis sin comprobación. Las más admitidas son: LA DIVINA, LA TEORÍA DE LAS EXCLAMACIONES, LA ONOMATOPÉYICA Y LA MECANICISTA.

LA TEORÍA DIVINA aparece en el Génesis y considera el lenguaje como un don que le fue dado al hombre en el mismo momento de su creación. Al principio, según establece, existía un solo idioma que desaparece por intervención de Dios y que luego genera una máxima confusión en la Torre de Babel.

LA TEORÍA DE LAS EXCLAMACIONES se fundamenta en que el hombre emite sonidos para expresar sus sentimientos, estados anímicos y emociones. Si se observa a un niño en sus primeros años, observamos que se comunica con exclamaciones. Eso debió haber ocurrido al principio y progresivamente fue asociando sonidos con personas y cosas, lo que debió originar los sustantivos y más adelante, cuando fueron avanzando en el proceso, desarrollaron los verbos para expresar las acciones.

LA TEORÍA ANOMATOPÉYICA establece que el origen del lenguaje debió estar en una necesaria imitación de los sonidos que percibían. Así, por ejemplo, imitaban los sonidos de los pájaros y otros animales.

Finalmente, tenemos la TEORÍA MECANICISTA, esta se basa en la natural tendencia del hombre a mover sus manos y los músculos faciales en su deseo de comunicarse.

 

 

Es posible que todas las hipótesis sean ciertas. Tal vez el hombre usó sonidos, gestos y exclamaciones para comunicarse. El origen divino también es fácil de aceptar para los creyentes, ya que un ser humano normal nace dotado de un aparato fonador - auditor complejo, que lo capacita para la percepción e internalización de los mensajes, en un proceso continuo de aprendizaje que sólo termina con la muerte.

Las evidencias más antiguas de la comunicación humana están sin duda en las pinturas rupestres del paleolítico superior (unos 30 mil años a.C.) y del magdaleniense (unos 15 mil años a.C.). Allí podemos inferir el pragmatismo de un sistema incipiente de numeración y el inicio del lenguaje de contenido estético que va a encontrar su más alta expresión en Egipto, unos 3 mil años a.C. Debemos añadir la escritura cuneiforme de Mesopotamia, unos 3 mil 500 años a.C., la cual nos ha proporcionado los documentos más antiguas de que disponemos.

Sin embargo, el sistema de escritura alfabética no comienza sino hasta el segundo milenio antes de Cristo, atribuido al pueblo fenicio y más concretamente al príncipe Cadmo, contemporáneo de Moisés. La existencia de Cadmo no está totalmente probada. Luego vino la transculturación greco - fenicia y greco - romana, lo que dio origen a las lenguas romances una vez terminado el Imperio de Occidente; y de allí proviene nuestro lenguaje español.

Volviendo atrás en el tiempo, se debe señalar que corresponde al sabio griego Aristóteles la paternidad de la ciencia de la comunicación, en la cuarta centuria antes de Cristo.

En este sentido, es conveniente recordar que el lenguaje es la facultad humana integrada por la lengua y el habla. La primera es un sistema de signos arbitrarios, convencionales y de carácter social. El segundo es el acto individual de un hablante, de acuerdo a las normas establecidas por la lengua. Es el sentido personal de cada emisor.

 

 

 

Cada lenguaje tiene funciones muy especificas, pero esas funciones son comunes en cada uno de los caso 3 mil idiomas vivos que se usan en la actualidad en el mundo. Ellas son:

 

DE CARÁCTER EXPRESIVO (emociones y sentimientos).

APELATIVO (búsqueda de respuesta en el oyente).

DISCURSIVO (mensajes para afirmar, negar, preguntar, discurrir).

DE CONTACTO (expresiones que transmiten certeza en la sintonía).

METALINGÜÍSTICA (análisis del lenguaje).

ESTÉTICA (búsqueda de goce o emoción artística).

También debemos analizar las funciones del lenguaje desde un punto de vista denotativo y connotivo. Cuando decimos FLOR, podemos referirnos a la parte vegetal que contiene los órganos de reproducción de la planta (denotativo), o a una bella mujer (connotativo).

Todo ello nos hace ver la importancia del dominio del lenguaje para lograr una comunicación amplia y enriquecedora.







COMPETENCIA COMUNICATIVA


En los enfoques propios del funcionalismo lingüístico, se denomina competencia comunicativa a la capacidad de hacer bien el proceso de comunicación, usando los conectores adecuados para entender, elaborar e interpretar los diversos eventos comunicativos, teniendo en cuenta no sólo su significado explícito o literal, lo que se dice, sino también las implicaciones, el sentido explícito o intencional, lo que el emisor quiere decir o lo que el destinatario quiere entender. El término se refiere a las reglas sociales, culturales y psicológicas que determinan el uso particular del lenguaje en un momento dado.
La expresión se creó para oponerla a la noción de competencia lingüística, propia de la gramática generativa. Según el enfoque funcional, esta no basta para poder emitir un mensaje de forma adecuada.
La competencia comunicativa es la habilidad del que utiliza la lengua para negociar, intercambiar e interpretar significados con un modo de actuación adecuado.

 

HABILIDADES COMUNICATIVAS

 

Según criterios de varios autores, son aquellos procesos que desarrolla el hombre y que le permite la comunicación, entre los que se encuentran: hablar, escuchar y escribir.

El primero de estos procesos (hablar) surge en el niño desde los primeros años de vida como una necesidad social y parte de su desarrollo psicomotor; los tres restantes se auto educan, jugando un papel fundamental en este sentido la escuela, especialmente el maestro como regulador, actor y protagonista del Proceso Docente Educativo, el que debe constituir un modelo de expresión idiomática a la vez que debe ser portador de una cultura general que sirva de ejemplo a imitar por los estudiantes teniendo en cuenta que el lenguaje constituye el medio mediante el cual se lleva a cabo el proceso de educación y enseñanza de las nuevas generaciones, es a través del lenguaje oral y escrito que el estudiante entra en posesión de de los conocimientos necesarios para participar en la producción social y en el proceso de cualquier actividad, es por ello que en condiciones las de universalización actuales reviste una vital importancia el desarrollo de habilidades comunicativas que propicien a su vez la competencia comunicativa entendida esta como un fenómeno donde se integran las capacidades cognitivas y meta cognitivas para comprender y producir significados.

Según la Dra. Angelina Romeo Abordar la competencia comunicativa desde las tres dimensiones: la cognitiva, la comunicativa y la sociocultural, concibe al hombre como sujeto del conocimiento y el lenguaje como medio de cognición y comunicación; analiza al sujeto en su contexto, en las relaciones con los otros, sus valores, costumbres, sentimientos, posición y rol social; por ello, se considera este enfoque como el más integrador. (1)

En ocasiones al encontrarnos conversando con otra persona, esta refiere querer expresar algo "que tiene en la punta de la lengua" y no logra hacerlo porque no encuentra la palabra o palabras necesarias para poder comunicar lo que desea. ¿Por qué ocurre esto?, ¿De qué se trata?

 

Indiscutiblemente en esta situación se ve afectado el acto de la comunicación pudiendo ser varias causas que originan este fenómeno: descontextualización, desconocimiento de un vocabulario amplio, entre otras.

Lo anterior expuesto hizo necesario el estudio profundo del tema, obteniendo resultados que aún se están aplicando.

El desarrollo de competencia comunicativa en la actual universalización de la enseñanza requiere la utilización óptima y eficientes de los recursos humanos con que contamos en la actualidad, de esta forma se facilitará al estudiante el continuo desarrollo de habilidades docentes que interactúan con las habilidades comunicativas lo que traerá aparejado el desempeño del estudiante en la realización de las diversas tareas según lo estipulado en el modelo de enseñanza.

Al hacer alusión a las habilidades comunicativas nos estamos refiriendo a las habilidades lingüísticas orales de comprensión auditiva y expresión oral, a las habilidades escritas de comprensión de lectura, expresión escritas en las direcciones de la competencia comunicativa, a saber, lingüística, sociolingüística, estratégica y del discurso donde el individuo realiza los actos del habla.

 











COMUNICACIÓN EFECTIVA

Luego de consultar varias fuentes se pudo llegar a definir como comunicación efectiva como la comunicación que a través de buenas destrezas y formas de comunicación, logra el propósito de lo que se quiere transmitir o recibir. Dentro de la comunicación efectiva el trasmisor y el receptor codifican de manera exitosa el mensaje que se intercambia. O sea que ambos entienden el mensaje transmitido.

También tenemos que la comunicación efectiva es "Explorar las condiciones que hacen posible que la comunicación sea provechosa y eficaz".

Los seres humanos estamos inmersos en la comunicación como peces en el agua, generalmente nos movemos entre palabra y significados sin ser consciente de las dinámicas subyacente.

A través de las palabras pensamos, nos comunicamos, reflexionamos, nos expresamos, opinamos, nos peleamos e incluso nos distanciamos de lo que verdaderamente nos interesa.

Según sea la calidad de comunicación que mantengamos con una persona, dentro de un grupo o en una empresa así será la calidad de la relación que obtendremos. De hecho, si nos detenemos a pensarlo un instante, todas las personas que consiguen un éxito solidó y un respeto duradero (ya sea en el campo laborar, empresarial o familiar) saben comunicar de manera efectiva, aun intuitivamente, sus ideas, propósitos y emociones.

Solo conociendo y practicando los principios de una comunicación efectiva podemos coordinar, enseñar, aceptar, dirigir, pero sobre todo lograr un clima propicio que nuestras acciones nos conduzcan a los que realmente buscamos.





 

LA  COMUNICACIÓN EN LA  SOCIEDAD

La comunicación no está en los medios sino en las personas. Propiamente hablando, nadie se comunica con un televisor o con un ordenador. Este es una máquina que memoriza y controla informaciones, pero no siente no ni padece. es sólo un instrumento que se interpole entre una persona o grupo que está delante y otra persona o grupo está detrás. La comunicación sólo es posible entre personas. Los medios son sólo medios.

El término comunicación conjuga dos palabras. Común y acción. Hablamos, pues de una acción común. No hay comunicación cuando actúa solamente una de las partes mientras la otra permanece pasiva, cuando una es la que da y otra se limita a recibir, cuando sólo uno de los interlocutores tiene derecho a la palabra. La comunicación – acción común- requiere diálogo, respeto mutuo, libertad de opinión, igualdad entre las partes. Comunicarse es participar y compartir.

El ser humano se define por su condición de sociabilidad, y si es sociable lo es porque puede comunicarse, es decir, intercambiar de una parte sus pensamientos y emociones, y de otra sus creaciones y experiencias. A estos se deben los mejores logros humanos. “Al comunicarse con pensamientos y emociones las personas viven y se expresan, y cuando el objeto de comunicación son sus creaciones y experiencias, tanto los individuos o grupos progresan y se enriquecen culturalmente”(Gómez Delgado, T.; 1998).

La comunicación es una condición necesaria para la existencia del hombre y uno de los factores más importantes de su desarrollo social. J. C Casales. (1989), plantea que al ser uno de los aspectos significativos de cualquier tipo de actividad humana, así como condición del desarrollo de la individualidad, la comunicación refleja la necesidad objetiva de los seres humanos de asociación y cooperación mutua.

El estudio de la misma como proceso, ha suscitado el interés de muchos investigadores: Andreeva (1984), Watzlawick (1987), Lomov (1989) y L.S.Vigotsky (1987). Más recientemente encontramos figuras como Silvestein (1994), González Rey, Fernando, (1995), Morales, A. A y Cortés, María Teresa, (1995); Paoli (1997), Calviño, M. (1998), Borrel, Francesc, (2000); Piedra, Mario, (2002).

Lo que es bien cierto, es el hecho de que constituye el fundamento de toda la vida social. Es un proceso que pone en contacto psicológico a dos o más personas y funciona como momento organizador y como escenario de expresión de la subjetividad en el que se intercambian significados y sentidos de sujetos concretos construyéndose la individualidad y el conocimiento del mundo. Al decir de Morales Álvarez “La sociedad como realidad objetiva se convierte en realidad subjetiva cuando el individuo interioriza en su conciencia y asume como propio el mundo social producido por el hombre, objetivado en significados del lenguaje, como externo a él" (Morales Álvarez, J. y Cortés, M. T., 1997, p-46).

Para Wilbur Schramm uno de los principios básicos de la teoría general de la comunicación es que “los signos pueden tener solamente el significado que la experiencia del individuo le permita leer en ellos” (Schramm, 1972, p.17) ya que sólo podremos interpretar un mensaje dependiendo de los signos que hemos aprendido a atribuirles, lo que constituye un marco referencial en función del cual puede comunicarse un sujeto, o un grupo de ellos.

La comunicación, en la escuela histórico- cultural, fue trabajada como categoría fundamental a partir de los trabajos de L.S. Vigotsky acerca de las funciones psíquicas superiores, quien destacó como éstas no responden a la línea de la evolución biológica, sino que son el resultado de la asimilación de los productos de la cultura, lo que se da sólo a partir del contacto entre los hombres. En este sentido es de destacar también la idea de L.S. Vigotsky acerca del origen interpsicológico de todo lo psíquico, es decir como cada función psíquica y la personalidad en general se genera como procesos ínter-psicológicos para luego interiorizarse.

Durante el proceso de comunicación, los sujetos involucrados se influyen mutuamente, es decir, interactúan sus subjetividades a través de los procesos de externalización e internalización. Unido a esto, se produce una redefinición y configuración de la subjetividad, donde la realidad llega a través del otro.

La comunicación debe estudiarse como un proceso multidimensional y poli funcional. En correspondencia con esta premisa Lomov plantea la necesidad de abordarla desde tres niveles de análisis con relación a su estructura: Macronivel, Mesonivel, Micronivel.

Independientemente del valor implícito de los estudios de Lomov acerca de los 3 niveles de análisis en la estructura a los que se ha hecho referencia, concuerdo con lo planteado por Andreieva, G. M. (1984, p-85) a este respecto cuando aborda 3 elementos entrelazados indisolublemente:

Aspecto comunicativo: que no es más que el intercambio de información, ideas, criterios entre los participantes en la comunicación.

Aspecto interactivo: que se refiere al intercambio de ayuda, cooperación en la comunicación, de acciones de planificación de la actividad.

Aspecto perceptivo: que está referido al proceso de percepción de los comunicadores, a cómo se perciben ambos en el proceso de comunicación, de lo cual dependerá la comprensión y la efectividad en el intercambio comunicativo.
Estos tres aspectos a su vez se identifican con tres funciones fundamentales de la comunicación que son:

Función informativa: que comprende el proceso de transmisión y recepción de la información, pero viéndolo como un proceso de interrelación. A través de ella el individuo se apropia de experiencia histórico-social de la humanidad.

Función afectivo-valorativa: que es muy importante en el marco de la estabilidad emocional de los sujetos y su realización personal. A través de esta función el hombre se forma una imagen de sí y de los demás.

Función reguladora: mediante la cual se logra la retroalimentación que tiene lugar en todo el proceso comunicativo, que sirve para que cada participante conozca el efecto que ocasiona su mensaje y para que pueda evaluarse a sí mismo.



 


 

LA COMUNICACIÓN ACADÉMICA


A la mayoría de los científicos se les dice que las dos habilidades claves que necesitarán son a) la habilidad para escribir artículos de calidad (y propuestas de becas) y b) la habilidad para dar buenas charlas.

De hecho, algunos de los mejores programas de formación organizan talleres especiales de comunicación verbal y escrita. Sin embargo, mientras que los estudiantes tienen la suerte de recibir formación sobre los aspectos "formales" de la comunicación, normalmente no llegan a conocer la seria importancia de una comunicación "informal" más amplia, que juega un papel muy importante en la trayectoria profesional de un individuo.
 

La comunicación académica puede estar muy restringida en muchos modos. Existe un aire de secreto hacia el discurso académico. Después de todo, no querrías hablar demasiado sobre lo que haces por miedo a que la competencia se te adelante, ¿verdad? El mundo académico también prefiere una comunicación cuidada y pausada a una comunicación que puede resultar más ágil pero menos precisa. Como resultado, los jóvenes científicos aprenden a ser cuidadosos y conservadores a la hora de hablar, y a hablar en alto SÓLO cuando lo hacen como auténticos expertos sobre un tema.



LA COMUNICACIÓN PROFESIONAL




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